domingo, 7 de abril de 2024

Ruta por el monte de Yunquera (Málaga) en memoria del forestal Pepe Pino.

Esta ruta la hemos realizado en homenaje a Pepe Pino, Guarda Forestal/Agente Forestal/Agente de Medio Ambiente de los montes de Yunquera (Málaga) desde 1969 a 1983. 

Se trata de una ruta circular por el pinsapar y el pinar del monte Pinar de Yunquera, en lo que fue el cuartel de vigilancia nº 14 de la Reserva de Caza de la Serranía de Ronda. Recorreremos lugares, parajes e infraestructuras en los que Pepe Pino dejó su impronta profesional

Hemos elegido este recorrido que coincide parcialmente con la senda que construyó en febrero y marzo de 1970 desde la Cañada de las Palomas hasta el Puerto de Bellina, pasando por Duarte, Arenitas, Cueva del Hornillo, Puerto de Balsitas, Norte de Bellina y Puerto de Bellina, de 8.509 m de longitud.

 

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La ruta la iniciaremos en el Puerto del Saucillo. Para llegar aquí hemos empleado la pista forestal de Yunquera al Saucillo/Caucón, construida en octubre y noviembre de 1976. Pasaremos junto al Pinsapo Candelabro, árbol incluido en la monografía "Árboles y Arboledas singulares de Andalucía" (pág. 122). 

Continuaremos por la senda que nos lleva al Puerto de Bellina pasando por el pinsapar y los bosquetes de pino silvestre de la Cañada de los Mármoles (puedes ver la imagen de Miguel Álvarez Calvente de 1964 donde se aprecia la escasa vegetación que la cubría y las trabajos de repoblación forestal). 


Una vez en el puerto llegaremos al bosquete de cedros del Atlas, resultado de la repoblación realizada en la década de los sesenta. Tomaremos la senda hacia la Cañada de Bellina. En la Cañada de Bellina pasaremos junto al Pinsapo del Moreno, árbol incluido en la monografía "Árboles y Arboledas singulares de Andalucía" (pág. 126) (según un escrito de Pepe Pino, en marzo de 1975 medía 4,90 m en el perímetro de entrecasco, tenía una altura de 18 m y se le calculaba una edad de 225 años). 

Ascenderemos al Puerto de Balsitas (topónimo que alude a las antiguas explotaciones de nieve de la sierra). Haremos un descanso en la Fuente del Hornillo antes de descender, por la Umbría de la Chaparrera a través del pinsapar de Cuberos, al pinar de las Arenitas. Esta zona fue objeto de un terrible incendio forestal en diciembre de 1979

Pasado el enclavado de la finca Duarte penetraremos en una masa de pinar resultado de las repoblaciones forestales de la década de 1960. Las vistas a la Cueva del Agua, a la cuenca alta del Barranco del Hornillo (hacia el Tajo de las Albercas y a las Camaretas) y al Convento de las Nieves son espectaculares. Continuaremos por el pinar de Las Bañas (puedes ver la imagen de Miguel Álvarez Calvente de 1964 donde se aprecia la escasa vegetación que la cubría y las trabajos de repoblación forestal). 

 


Una vez en la pista forestal ascenderemos hacia la Cueva del Agua. La pista se construyó en el verano de 1982 cuando una sequía extrema amenazó la producción de planta de pinsapo del vivero de la Cueva del Agua. El vivero se cultivó desde febrero de 1972, para la producción de planta de pinsapo para la repoblación del monte (ese primer año se obtuvieron 40.000 plantitas de pinsapo en la parcela de 205 m2). Haremos un descanso junto al Pilar y el Majuelo de la Cueva del Agua, incluído también en la monografía "Árboles y Arboledas singulares de Andalucía" (pág. 88). 

Dejaremos la pista forestal y ascenderemos por una dura pendiente hasta el Puerto de las Tres Puertas. Desde aquí nos dirigiremos a nuestro punto de partida en el Puerto del Saucillo.

Breve historia de los trabajos forestales en el periodo 1956-1983

Los trabajos forestales en los montes de Yunquera se institucionalizan con el "Decreto de 14 de mayo de 1956 por el que se declara la utilidad pública y necesidad y urgencia de la ocupación, a efectos de su repoblación forestal, de diferentes terrenos situados en los términos municipales de El Burgo, Yunquera y Ronda, de la provincia de Málaga, para evitar que por efectos de la erosión disminuya ostensiblemente la capacidad de embalse del pantano del Conde de Guadalhorce". Tres años más tarde (1959) se firma el consorcio forestal de parte del monte Pinar de Yunquera, los terrenos que pertenecen a la cuenca del Río Turón, con el Patrimonio Forestal del Estado. En 1.961 el consorcio se amplía a la totalidad de la superficie del monte.

En 1959 el doctor ingeniero de montes José Ángel Carrera Morales, Jefe Provincial del Patrimonio Forestal del Estado en Málaga, crea y dirige el equipo técnico encargado de los trabajos, constituído por Miguel Álvarez Calvente, doctor ingeniero de montes, y por Ángel Campo Morate y Juan Rodríguez de Velasco y Rodríguez, ayudantes/peritos de montes. Años más tarde, en octubre de 1969, Carrera Morales incorpora al equipo al guarda forestal Pepe Pino, destinado en octubre al monte de Yunquera (Málaga). Se construyó en el monte una red de sendas y caminos de 33 km de longitud, además de dos pistas forestales para vehículos a motor, desde Yunquera al pinsapar (9 km) y desde la carretera de El Burgo a la Cueva del Agua (12 km), y la red contra incendios forestales alcanzó los 14 km de fajas cortafuegos. Entre 1968 y 1983 en el monte de Yunquera se repoblaron 768 ha de pinsapo, se realizaron 340 ha de claras y 1.625 ha desbroces y podas (Álvarez Calvente, 1996). Estas labores de repoblación y el resto de actuaciones forestales favorecieron la restauración natural del pinsapo y, con los años, la incorporación del monte Pinar de Yunquera al corazón del Parque Natural (1989) y del Parque Nacional (2018) de la Sierra de las Nieves.
 

viernes, 29 de marzo de 2024

Recuperación y declive de la cabra montés en la reserva de caza de la Serranía de Ronda (1948-2018)

Antecedentes 

En 1908 se aprobó la Ley de 24 de junio [1] que disponía que se consideraran también como de interés general y de utilidad pública los montes existentes y los terrenos que debían ser objeto de repoblación forestal, cualquiera que fuera su dueño. 

En 1935, de acuerdo con el artículo 1 de la citada Ley, la Jefatura de la 7ª División Hidrológico Forestal en Málaga aprobó la relación de fincas de la zona forestal protectora de los términos municipales de de Benahavís, Istán, Marbella, Ojén, Mijas y Benalmádena [2]. Entre dichas propiedades se encontraba Sierra Blanca de Ojén, de José Aurelio Larios. Esta finca, de 3.144 hectáreas de superficie, producía algarrobas, castañas y esparto [2].  

La finca Sierra Blanca fue adquirida para su repoblación en 1943 por el Patrimonio Forestal del Estado (PFE). Se la dotó de Guardería, se acotó al pastoreo y, para proteger la escasa docena de cabras monteses que la poblaban, se prohibió su caza. En pocos años la población de cabra montés pasó de una docena a un centenar de ejemplares. El éxito obtenido animó al PFE a proponer la creación de un coto nacional de caza en la comarca [3].  

El Coto Nacional de Caza de la Serranía de Ronda fue declarado por Ley el 23 de diciembre de 1948 [4]. Su superficie, de 22.389 hectáreas, incluía los montes de los ayuntamientos de Istán, Parauta, Tolox y Yunquera; los montes del Estado "Sierra de las Nieves", "Sierra Blanca” y "Sierra Blanca y Nogüeles"; y los de particulares "Monte de Albornoque" y "Monte Sierra del Real"). 

Por entonces, mediado el siglo XX, la presencia de cabra montés en las sierras y montañas era meramente testimonial. Tal es así, que “para evitar su extinción” en 1952 se prohibió su caza por cinco años en todo el territorio nacional, a excepción del Coto Nacional de la Sierra de Gredos, el Coto Nacional de la Serranía de Ronda y otros terrenos en los que la caza de esta especie estaba sometida a un régimen especial [5]. 

Evolución de la cabra montés 

Los datos disponibles de los censos de población de la cabra montés (Capra pyrenaica Schinz, 1838) del Coto Nacional de la Serranía de Ronda representados gráficamente muestran su evolución en el periodo de 1958 y 2018 (I).

Figura 1

Figura 1: Gráfica de la evolución de la población de cabra montés en el Coto Nacional/Reserva Nacional/Reserva Andaluza de Caza de la Serranía de Ronda. Fuente: Elaboración propia a partir de fuentes documentales (ver nota I).

En la gráfica se observa la evolución de población de cabra montés a lo largo del periodo. A partir de su creación (1948) las medidas de gestión del Coto Nacional, compartida entre la Dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial (planificación) y la Dirección General del Turismo (ejecución de los planes), tuvieron como resultado la recuperación de la población de cabra. De 204 individuos censados en 1958 (70 machos, 99 hembras y 35 crías) se pasó a 1385 (590 machos, 625 hembras y 170 crías) en 1972, principalmente por el control efectivo del furtivismo por parte de la Guardería [6].

En 1970 el Coto Nacional de la Serranía de Ronda adquirió la condición de Reserva Nacional de Caza [7] (II). Desde 1972, fecha en que se le encomienda la administración de las reservas nacionales de caza al Instituto Nacional de Conservación de la Naturaleza (ICONA) [8], hasta 1984, cuando la Junta de Andalucía se hace cargo de las competencias en materia forestal y de caza [9], la población de cabra en la Reserva Nacional se estabilizó en torno a los 1450 individuos en 1978 [10], entre 6 y 7 ejemplares/km² y una sex ratio entre 1:1,02 y 1:1,34 (III).

Pino Rivera, agente forestal y guía de la reserva, en un manuscrito de 1976 [11] indicó la situación estable por entonces de la población de cabra montés en la RNC y su dispersión geográfica hacia el Coto Social de El Burgo - Ronda y los cotos privados de caza aledaños de Yunquera, Alozaina, Casarabonela, Carratraca y Ardales y alertó sobre el furtivismo y el pastoreo de ganado doméstico, “una reserva debe de extirpar estos perjuicios para que sea estable y sana ya que otras especies que estén domesticadas transmiten enfermedades ..., dando lugar al descenso de la población en el área afectada”.

La Junta de Andalucía administró la Reserva de caza a partir de 1984. En los años sucesivos, “las elevadas densidades alcanzadas en su conjunto por la cabra montés y otros herbívoros, principalmente ganado en régimen extensivo, conllevaron problemas de deterioro del hábitat, existiendo una competencia importante por los recursos tróficos y empeorando el estado fisiológico y sanitario de las poblaciones de cabra montés con la recurrencia de graves brotes de sarna sarcóptica” [13], el primero de ellos en 1991 transmitido por el ganado doméstico que pastaba libremente en el interior del parque natural [14] (IV).

Un estudio comparativo de los efectos de la sarna sarcóptica en el periodo 1995-2006 en la cabra montés de dos reservas andaluzas de caza, presentado en la IX Reunión de Ungulados Silvestres Ibéricos [15], concluía que la sarna sarcóptica había producido aproximadamente el descenso del 40% de la población, una sex-ratio de 1:2,25 y un importante desequilibrio poblacional, poniendo en grave riesgo la conservación de la cabra montés en la Reserva Andaluza de Caza de la Serranía de Ronda (V).

Entre 2006 y 2018 la situación de la población de cabra montés empeoró notablemente, alcanzando un declive del 76% sobre el censo de 1978.

Notas

I.- Fuentes de los datos: de la Cerda y de la Peña (1971), Gómez-Guillamón y Maraver (1973), Ortuño y de la Peña (1979), Granados et al. (1998), Pérez Jiménez y otros (1999), Pérez Jiménez y otros (2001), Pérez Jiménez (2001), PORN de la Sierra de las Nieves (2018), Gómez-Guillamon y otros (2018), Informes Cabra Montés REDIAM (1999-2004) y Memorias anuales del Parque Natural Sierra de las Nieves (2015-2018).

II.- La Disposición final segunda de la Ley 1/1970, de cuatro de abril, que regula la protección, conservación y fomento de la riqueza cinegética nacional, dispone que por el Gobierno, a propuesta conjunta de los Ministerios de Agricultura e Información y Turismo, se dictarán las disposiciones precisas para que los Cotos Nacionales de la Sierra de Gredos, Picos de Europa y Serranía de Ronda adquieran la condición de Reservas Nacionales de Caza. En estas Reservas la protección, conservación y fomento de la caza quedarán encomendadas al Ministerio de Agricultura, reservándose el Ministerio de Información y Turismo la misión de administrar los aprovechamientos cinegéticos de acuerdo con aquellos criterios turístico-deportivos que considere más convenientes a los intereses generales.

III.- Datos de sex ratio obtenidos a partir de los partes mensuales de seguimiento de José Pino Rivera del cuartel 14 de la RNC de la Serranía de Ronda. En parte se encuentran accesibles online en el Archivo documental de José Pino Rivera, memoria digital de la vida profesional de un forestal en la provincia de Málaga, https://jpinod02.github.io/archivojosepinorivera/.

IV.- El Parque Natural de la Sierra de las Nieves se creó por LEY 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección (BOJA núm. 201), sobre 20.163 ha de superficie, el 52% pertenecientes a la Reserva de caza.

V.- La Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda pasó a denominarse Reserva Andaluza de Caza tras la entrada en vigor de la Ley 8/2003 de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres.

Bibliografía

[1] Ministerio de Fomento, 1908. Ley disponiendo se consideren como de interés general y de utilidad pública, además de los catalogados por este Ministerio, los montes y terrenos que deban repoblarse forestalmente, siempre que se hallen en uno de los casos que esta ley expresa. Gaceta de Madrid, 178, pp. 1415 a 1416. Accesible online en https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1908/178/A01415-01416.pdf

 [2] Ministerio de Agricultura, Industria y Comercio, 1935. Decreto aprobando la demarcación de la zona forestal protectora formulada por la Jefatura de la séptima División hidrológico forestal de los términos municipales de la provincia de Málaga que se citan. Gaceta de Madrid, 279, pp. 122 a 126. Accesible online en  https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1935/279/A00122-00126.pdf

[3] García Vicente, A., 1951. El Coto Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Revista Montes, 39, pp. 182-185. Accesible online en http://www.revistamontes.net/Buscador.aspx?id=5707

[4] Jefatura del Estado, 1948. Ley de 23 de diciembre de 1948 por la que se crea el "Coto Nacional de Caza de la Serranía de Ronda". BOE, 360, pp. 5764 – 5765. Accesible online en https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1948/360/A05764-05765.pdf

[5] Ministerio de Agricultura , 1952. Orden de 30 de octubre de 1952 por la que se prohibe la caza de la capra hispánica por un plazo de cinco años, con las excepciones que se mencionan. Boletín Oficial del Estado, 307, pág. 5016. Accesible online en https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1952/307/A05016-05016.pdf 

[6] Gómez Guillamón, L., 1973. La Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Revista Jábega, 2, pp. 30-32. Accesible online en http://www.cedma.es/catalogo/jabega.php?num=2

[7] Jefatura del Estado, 1971. Ley 1/1970, de 4 de abril, de caza. BOE, 82, pp 5348-5356. Accesible online en https://www.boe.es/eli/es/l/1970/04/04/1

[8] Presidencia del Gobierno, 1972. Decreto 2197/1.972, de 21 de iulio, por el que se coordina la actuación de los Ministerios de Agricultura y de Información y Turismo en las reservas nacionales de caza y por el que se cumplimenta, la disposición final segunda de la Ley de Caza de 4 de abril de 1970. BOE, 202, pp. 15494 – 15495. Accesible online en https://www.boe.es/boe/dias/1972/08/23/pdfs/A15494-15495.pdf

[9] Presidencia del Gobierno, 1984. Real Decreto 1096/1984, de 4 de abril, de traspasos de funciones y servicios del Estado a la Comunidad Autónoma de Andalucía en materia de conservación de la naturaleza. BOE, 139, pp. 16842-16865. Accesible online en https://www.boe.es/eli/es/rd/1984/04/04/1096

[10] Ortuño Medina F. y de la Peña Paya, J., 1979. Sobre las Reservas y Cotos Nacionales Españoles. Revista Montes, 194, pp. 291-295. Accesible online en https://www.revistamontes.net/Buscador.aspx?id=724

[11] Pino Rivera, J., 1976. Observaciones sobre la cabra montés en la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda (1976), en el blog Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2023/02/sobre-la-reserva-nacional-de-caza-de-la.html

[12] Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, 2018. Decreto 162/2018, de 4 de septiembre, por el que se aprueban el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del ámbito de Sierra de las Nieves y el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural Sierra de las Nieves. BOJA, 184, pp. 45-428. Accesible online en https://www.juntadeandalucia.es/boja/2018/184/4

[13] Consejería de Medio Ambiente, 2003. Decreto 344/2003, de 9 de diciembre, por el que se aprueban el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de Sierra de las Nieves. BOJA, 14, pp. 1644-1712. Accesible online en https://www.juntadeandalucia.es/boja/2004/14/4

[14] Gómez-Guillamon, F. y otros, 2018. Estudio comparativo de los efectos poblacionales de la sarna sarcóptica en la cabra montés en dos reservas andaluzas de caza entre los años 1995 y 2006, en Comunicaciones de la IX Reunión de Ungulados Silvestres Ibéricos, pág. 45.

martes, 24 de octubre de 2023

Nota sobre los incendios forestales en la Sierra de las Nieves

    La problemática de los incendios forestales de los montes de la provincia de Málaga viene de antaño. A final del siglo XIX los incendios forestales eran una de las principales causas de deterioro de la riqueza forestal malagueña (Pacheco, 1879)[1]. Durante el periodo 1874-1909 destacaron algunos municipios de la comarca de la Serranía de Ronda por el número de incendios (entre 11 y 25) y por la superficie afectada (entre 100 y 500 ha) (ver Imagen 1), aunque ésta notablemente inferior a la de los grandes incendios forestales actuales (Araque y otros, 1999)[2]. Valga como ejemplo de ello el incendio de 07/08/1991 que arrasó 8.074 ha y que destruyó total o parcialmente nueve bosquetes de pinsapo en los términos municipales de Istán, Parauta y Tolox (Ortiz y otros, 1994)[3 y 4]

Imagen 1

 Distribución municipal de superficie incendiada 1874-1909 (Araque y otros, 1999)

Imagen 1: Distribución municipal de la superficie incendiada en Andalucía en el epriodo 1874-1909. Fuente: E. Araque Jiménez, J.D. Sánchez Martínez, E. Moya García y R. Pulido Mérida. "Los incendios forestales en Andalucía y Extremadura durante el tránsito de los siglos XIX al XX" en Incendios históricos. Una aproximación multidisciplinar, pp. 163-217. Baeza: Universidad Internacional de Andalucía. 1999.

 

    Durante las últimas décadas varias son las circunstancias que han determinado la existencia actual en la Sierra de las Nieves de extensas superficies arboladas y de matorral con un alto riesgo de incendio:

  • la migración de población de las zonas rurales a la ciudad y a la costa, con el consiguiente abandono de cultivos agrícolas y de cambio de uso a forestal y la notable disminución de la actividad pecuaria extensiva y de su cabaña ganadera,

  • el extraordinario incremento de la superficie forestal pública debido a la repoblación forestal, y

  • la insuficiente inversión en gestión selvícola de las nuevas masas forestales.

    En la actualidad la aprobación de una normativa más rigurosa en incendios forestales ha venido a regular el empleo del fuego en tareas agrícolas y ganaderas, especialmente en la eliminación de restos vegetales, y en actividades recreativas, turísticas y fabriles en el monte. Ello, junto con la organización y puesta en funcionamiento de un dispositivo profesional de extinción, ha supuesto un avance muy importante en el control de este grave problema ambiental.

    No obstante lo anterior, los incendios forestales constituyen hoy en día la principal amenaza para los pinsapares (Cortés Molino y otros, 2023)[5]

    En la Imagen 2 se puede observar como la superficie recorrida por el incendio forestal del 19 y 20 de octubre de 1975 del Llano de los Jaguarzos se quedó justo en el límite del pinsapar de la cañada del Saucillo y muy próximo al pinsapar de  la cañada de los Mármoles.

Imagen 2

 Imagen aérea del vuelo de 1977 del Llano de los Jaguarzos en el Monte de Yunquera. Se observa la zona siniestrada en el incendio de octubre de 1975.

 Imagen 2: Fotografía aérea del vuelo de 1977 donde se observa la zona siniestrada por el incendio forestal de 1975 del Llano de los Jaguarzos. Autor: José Pino Díaz.

 

    Durante el periodo 1970-1984 los incendios forestales ocurridos en los montes del término municipal de Yunquera (Málaga) y sus proximidades, según los informes y partes de incendio que constan en el Archivo personal de José Pino Rivera[6], fueron los siguientes (ver Imagen 3): 

  • IF-13/09/1970 Cerro del Muelle, 
  • IF-29/09/70 La Rana, 
  • IF-08/1970 Peñoncito, 
  • IF-31/10/71 Cerro de los Porqueros, 
  • IF-05/04/1974 Querencias, 
  • IF-22/08/74 Puerto de las Abejas, 
  • IF-29/10/74 Las Lomas, 
  • IF-07/06/1975 Barranco del Monje, 
  • IF-10/1975 Llano de los Jaguarzos, 
  • IF-10/1976 Morenas de Briñuelas, 
  • IF-03/12/1979 Solana de las Camaretas, 
  • IF-18/03/1981 Roza del Escribano, 
  • IF-23-24/03/1981 Cerro del Médico, 
  • IF-9-10/08/1981 Monte Aguilera Pto. Janón, 
  • IF-22/08/1981 Los Buhos, 
  • IF-24/08/1981 Los Horcajos, 
  • IF-28-29/11/1981 Chaparralejo, 
  • IF-29-30/11/1981 Querencias, 
  • IF-12/06/1983 Morenas de Briñuela, 
  • IF-13/08/1983 Peñoncito, e 
  • IF-22-24/09/1984 Sierra Prieta.

 Imagen 3

 Incendios forestales del periodo 1970-1984 en los montes de Yunquera (Málaga) y cercanías, según el archivo personal de José Pino Rivera. Autor José Pino Díaz.

Imagen3: Incendios forestales del periodo 1970-1984 en los montes de Yunquera (Málaga) y cercanías, según el archivo personal de José Pino Rivera. Autor José Pino Díaz.

 

    En la imagen 3 se ha incluído además el incendio forestal "IF-01/08/1882 Cerro de la Cruz". El periódico "'La Lealtad, diario político de Granada", en su número 2803, de 1 de agosto de 1882, publicó la siguiente noticia sobre este incendio: la [Guardia Civil] de Yunquera, pueblo de la misma provincia, ha cooperado eficazmente á la extinción de un incendio que se declaró en el monte pinar del Estado, conocido por el Cerro de la Cruz, recorriendo el fuego unas 300 fanegas de tierra (unas 181 hectáreas de superficie).

 

Bibliografía

[1] F. de Asís Pacheco. "El Imparcial en Provincias. Málaga. XI. Guardería de montes y repoblación". El Imparcial Diario Liberal, viernes 28 de febrero de 1879.

[2] E. Araque Jiménez, J.D. Sánchez Martínez, E. Moya García y R. Pulido Mérida. "Los incendios forestales en Andalucía y Extremadura durante el tránsito de los siglos XIX al XX" en Incendios históricos. Una aproximación multidisciplinar, pp. 163-217. Baeza: Universidad Internacional de Andalucía. 1999.

[3] F.J. Ortiz Botella, J. Molina Vázquez, M. Romero, J. Jáuregui Arana, R. Maldonado Caro y L. Osuna Beviá.  "Impactos causados por el incendio de 1991 sobre formaciones de pinsapos de la Serranía de Ronda". Jábega, no 74, pp. 81-85, 1994.  

[4] F.J. Ortiz Botella, J. Molina Vázquez, M. Romero, J. Jáuregui Arana, R. Maldonado Caro y L. Osuna Beviá. "Mapa de los bosquetes de pinsapo afectados por el incendio forestal del 07/08/1991 de la Sierra de las Nieves" en  Archivo documental de José Pino Rivera, memoria digital de la vida profesional de un forestal en la provincia de Málaga. Accesible online en https://jpinod02.github.io/archivojosepinorivera/item.html?id=coll386, recuperado el 26/10/2023. 

[5] A. Cortés-Molino, I. Aulló-Maestro, I. Fernandez-Luque, A. Flores-Moya, J.A. Carreira y A.E. Salvo. "Using ForeStereo and LIDAR data to assess fire and canopy structure-related risks in relict Abies pinsapo Boiss" forests. PeerJ. Accesible online en https://peerj.com/articles/10158/, recuperado el 22/10/2023.

[6] J. Pino Díaz. "Incendios forestales del periodo 1970-1984 en los montes de Yunquera (Málaga) y cercanías" en Archivo documental de José Pino Rivera, memoria digital de la vida profesional de un forestal en la provincia de Málaga. Accesible online en https://jpinod02.github.io/archivojosepinorivera/item.html?id=coll283,  recuperado el 26/10/2023.
 


domingo, 22 de octubre de 2023

Nota sobre la restauración de los bosques de la Sierra de las Nieves

En la década de 1750 a 1760 los bosques de la Sierra de las Nieves bajo la jurisdicción del Departamento de Marina de Cádiz comenzaron a agotarse tras años de explotación (Ruíz García, 2018)[1]. La situación general de la riqueza forestal no mejoró a lo largo del siglo venidero, principalmente debido a las políticas públicas desamortizadoras. Y esto a pesar de que la clasificación de los montes públicos en enajenables y no enajenables, encargada en 1859 al Cuerpo de Ingenieros de Montes, significó la prohibición de la venta del 95% de la superficie forestal de propiedad municipal en la provincia de Málaga[2]. A final de siglo XIX las necesidades del sector forestal en Málaga según Francisco de Asís Pacheco (1879)[3] se reducían a dos: a la de conservar la que tenemos y a la de ir estudiando y planteando seriamente los medios de aumentarla. De aquí las reformas indispensables que reclama la guardería de montes y la urgencia con que es preciso proceder a la repoblación de los mismos. Para Pacheco las causas que menoscababan la riqueza forestal malagueña eran las cortas fraudulentas, los incendios, el desorden en el aprovechamiento de los pastos y la impunidad de los infractores.

En 1877 se aprobó la Ley sobre Repoblación, Fomento y y Mejora de los montes públicos con el objetivo principal de repoblar las cuencas hidrográficas para proteger los suelos y embalses. En 1901 se crearon las Divisiones Hidrológico-Forestales y en 1935 el Patrimonio Forestal del Estado. Fue a partir de 1941 cuando se inició una gran actividad repobladora. Alberto Garzón Blanco (1999)[4] calcula que entre 1940 y 1980 se repoblaron en la provincia de Málaga 40.088,5 ha. En la actualidad, como resultado de estas repoblaciones forestales y en lo referente a la Sierra de las Nieves, el 20,62% (4.151,21 ha) de la superficie del parque natural y el 14,68% (14.211,56 ha) de la superficie del ámbito territorial del Plan de Ordenación de Recursos Naturales[5] lo ocupan formaciones arboladas de coníferas (principalmente pinares de repoblación de Pinus pinaster y Pinus halepensis).

Sirva como ejemplo de esta actividad repobladora el Decreto de 14 de mayo de 1956 que declaró la utilidad pública y necesidad y urgencia de la ocupación, a efectos de su repoblación forestal, de diferentes terrenos situados en los términos municipales de El Burgo, Ronda y Yunquera, para evitar que por efectos de la erosión disminuyera ostensiblemente la capacidad de embalse del pantano del Conde de Guadalhorce, y que permitió que, entre 1968 y 1983, y sólo en lo referente al monte de Yunquera y al Abies pinsapo, se repoblaran 768 ha (Álvarez Calvente, 1996)[6]. Estas labores de repoblación y demás tratamientos selvícolas han favorecido la restauración natural del pinsapo y una dinámica positiva de regeneración (Salmoral Portillo y otros, 2008)[7].

APD en Pinsapar de Yunquera. Autor José Pino-Díaz, 2016.
 

Bibliografía

[1] V. Ruiz García. La provincia marítima de Segura (1733-1836): poder naval, explotación forestal y resistencia popular en la España del Antiguo Régimen. Granada: Universidad de Granada, tesis doctoral, 2018.

[2] Ministerio de Fomento. Clasificación General de los Montes Públicos hecha por el Cuerpo de Ingenieros del ramo en cumplimiento de lo prescrito por Real decreto de 16 de febrero de 1859 y Real orden de 17 del mismo mes y aprobada por Real orden de 30 de septiembre siguiente. Madrid: Imprenta Nacional, 1859.

[3] F. de Así Pacheco. “El Imparcial en Provincias. Málaga. XI. Guardería de montes y repoblación”. El Imparcial Diario Liberal, viernes 28 de febrero de 1879.

[4] A. Garzón Blanco. La repoblación forestal en Málaga (1940-1980). Málaga: Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial de Málaga,1999.

[5] Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Decreto 162/2018, de 4 de septiembre, por el que se aprueban el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del ámbito de Sierra de las Nieves y el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural Sierra de las Nieves. Sevilla: BOJA, 2018.

[6] M. Álvarez Calvente. “Repoblaciones y trabajos de regeneración en el pinsapar de la Sierra de las Nieves (Málaga)” presentado en Jornadas técnicas internacionales sobre recuperación de pinsapares, Grazalema, 1996.

[7] G. Salmoral Portillo, R.M. Navarro Cerrillo, J.R. Guzmán Álvarez,y R. Sánchez Salguero. “Evaluación de los trabajos de repoblación para favorecer la restauración del pinsapar de la Sierra de las Nieves (1960-2007)” en Actas de la IV Reunión sobre repoblaciones forestales, Cuadernos de la Sociedad Española de Ciencias Forestales, no. 28, pp. 95-102, 2008.

miércoles, 8 de marzo de 2023

Observaciones sobre la diseminación y germinación del pinsapo en el pinsapar de Yunquera (1976).

En el cuadrante Sur-Oeste de la provincia de Málaga, incluida la Serranía de Ronda, se da un mosaico de microclimas, caracterizados por una gran falta de agua en verano y una evapotranspiración estival muy acusada. Circunstancias que condicionan la vegetación y que se hacen notar de manera extrema en las solanas y más débilmente en las umbrías [1].

En los tratados de selvicultura el pinsapo se clasifica como árbol de "media sombra" por sus requerimientos de luz durante la germinación y crecimiento inicial. En el monte de Yunquera (Málaga) las mejores masas de pinsapo se encuentran en las zonas de exposición Norte, que ofrecen mayor humedad y sombra (Pino Rivera, 1976).  

Una de las personas que más experiencia directa atesoró sobre los trabajos selvícolas realizados en el pinsapar de Yunquera fue José Pino, guarda forestal responsable del monte de Yunquera (Málaga) entre 1969 y 1983. De 1976 es su nota manuscrita [2] sobre la dispersión de las semillas de pinsapo. Anotó lo siguiente:

Según observaciones efectuadas, la reproducción natural se realiza después de la desintegración de la piña, quedando de ella solamente un eje o vástago interior, una vez separadas las brácteas que dejan en libertad el piñón o semilla, la cual por ser alada es dispersada por los vientos que en ese momento actúan.

La dispersión de las semillas, el área ocupada, depende de la velocidad del viento. El viento predominante en este área de la serranía es de componente Sur-Este, por ello las mejores masas de pinsapo se encuentran en las zonas de exposición Norte, que además ofrecen mayor humedad y sombra. Esta especie necesita mucha luz y poco calor. Si a la hora de la madurez de la piña el aire es suave y a su vez hay lluvias, la dispersión de la semilla se realizará en un área muy pequeña, por ello se vienen realizando siembras artificiales.

El área poblada natural está condicionada a la dirección de los vientos y a la pluviosidad anual, que debe ser del orden de los 800 milímetros anuales o más. Si en  verano cae algún chubasco las siembras o plantaciones están aseguradas.

Solamente puede asegurar su permanencia aquella semilla que ha tenido la posibilidad de germinar bajo la protección de una mata, arbusto o árbol, ha tenido contacto con el suelo lo suficiente para enraizar y ha vencido al principal enemigo natural de sus primeros años, el sol del periodo estival.

Las siembras hay que protegerlas bajo matas o taparlas con ramitas secas con el fin de que al germinar las semillas no sean quemadas por el sol. Igual ocurre con las plantaciones, hasta que las plantitas no tengan varios años de edad no puede quedar expuesta al sol del verano.

Imagen 1

Fotografía del manuscrito inédito de José Pino Rivera, de marzo de 1976, donde recoge observaciones sobre la diseminación y germinación del pinsapo en el pinsapar de Yunquera (Málaga). Fuente: Archivo de José Pino Rivera.
Imagen 1: Fotografía del manuscrito inédito de José Pino Rivera, de marzo de 1976, donde recoge observaciones sobre la diseminación y germinación del pinsapo en el pinsapar de Yunquera (Málaga). Fuente: Archivo de José Pino Rivera.
 

Entre 1976 y 1977 se abrió la pista forestal de la solana del Caucón, cuyo firme se mejoró con una capa de áridos. Transcurridos unos años, semillas de pinsapo germinaron y prosperaron en el margen de la pista a plena exposición al sol (ver Imagen 2).

Imagen 2

Fotomontaje realizado con dos imágenes del borde de la pista de la solana del Caucón, monte Pinar de Yunquera (Málaga). La imagen de la izquierda, de 1988, muestra un grupo de plantas de pinsapo alineadas en el margen de la pista. La imagen de la derecha, tomada en 2017, muestra el mismo grupo de pinsapos, casi treinta años después. Autor de la fotografías: José Pino-Díaz.
Imagen 2: Fotomontaje realizado con dos imágenes del borde de la pista de la solana del Caucón, monte Pinar de Yunquera (Málaga). La imagen de la izquierda, de 1988, muestra un grupo de plantas de pinsapo alineadas en el margen de la pista. La imagen de la derecha, tomada en 2017, muestra el mismo grupo de pinsapos, casi treinta años después. Autor de la fotografías: José Pino-Díaz.
 

Dos circunstancias favorecieron el arraigo, supervivencia y desarrollo de las plantitas de pinsapo. Pimera, el movimiento de tierras realizado al abrir la pista aumentó la capacidad de retención de agua del suelo, y, segunda, la capa de áridos con la que se mejoró el firme disminuyó la desecación y mantuvo suficiente humedad en el suelo. Tal como en los cultivos enarenados, la capa de áridos, de albedo alto, refleja una alta proporción de la radiación incidente (r = 0,26) y rompe la capilaridad del suelo bajo ella. 

Comentada tal circunstancia en la Jefatura Provincial del ICONA en Málaga, se realizó una experiencia de siembra en 1980 en la zona próxima al Hoyo de Millán (ver Imagen 3).

 Imagen 3

Fotomontaje realizado con dos imágenes del Hoyo de Millán, en el monte Pinar de Yunquera (Málaga). La imagen superior tomada en 1999, y la imagen inferior en 2017. Se observa la evolución de la vegetación árbórea de pinsapo y de pino carrasco en el periodo de 18 años transcurridos entre una y otra. Autores de las fotografías: Carlos Javier Pino Díaz y  José Pino-Díaz.

Imagen 3: Fotomontaje realizado con dos imágenes del Hoyo de Millán, en el monte Pinar de Yunquera (Málaga). La imagen superior tomada en 1999, y la imagen inferior en 2017. Se observa la evolución de la vegetación árbórea de pinsapo y de pino carrasco en el periodo de 18 años transcurridos entre una y otra. Autores de las fotografías: Carlos Javier Pino Díaz [3] y  José Pino-Díaz.
 
 
Se abrieron unos hoyos de repoblación, se cubrieron de capa de áridos finos de la zona y se sembraron con pinsapo. Actualmente la zona presenta un pinsapar joven y vigoroso (ver Imagen 4).

Imagen 4
 
La zona del Hoyo Millán en las fotografías de los vuelos de 1977 y de 2020. Se observa la pista forestal que discurre por la zona y la evolución de la vegetación después de los trabajos selvícolas y de repoblación y regeneración realizados. Autor del fotomontaje: José Pino Díaz.
Imagen 4: La zona del Hoyo Millán en las fotografías de los vuelos de 1977 y de 2020. Se observa la pista forestal que discurre por la zona y la evolución de la vegetación después de los trabajos selvícolas y de repoblación y regeneración realizados. Autor del fotomontaje: José Pino Díaz.
 

Bibliografía

[1] Pino-Díaz, J. (1991). El Abies pinsapo Boiss y sus limitaciones ecológicas. Boletín del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, 9, pp. 20-25.

[2] Pino Rivera, J. (1976). Texto manuscrito que recoge observaciones del autor sobre el Abies pinsapo Boiss en Yunquera (Málaga). Inédito. 

[3] Pino Díaz, C. J. (1999). Proyecto de repoblación experimental de pinsapo (Abies pinsapo Boiss) con riego por goteo. Inédito.  

domingo, 12 de febrero de 2023

Observaciones sobre la cabra montés en la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda (1976).

El origen del Coto Nacional de la Serranía de Ronda fue la finca "Sierra Blanca  de Ojén", coto privado de caza y propiedad de José Aurelio Larios y Larios, III marqués de Larios y II marqués del Guadiaro. En 1943 el Patrimonio Forestal del Estado compró la finca, prohibió la caza, la acotó al pastoreo y la dotó de Guardería Forestal [1]

El Coto Nacional de la Serranía de Ronda se creó (Ley de 23/1948, de 25 de diciembre) para conservar y aprovechar especies de caza mayor, especialmente cabra montés y corzo [2]. Posteriormente el Coto Nacional pasó a denominarse Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda (Ley 1/1970, de 4 de abril). Años más tarde, la Junta de Andalucía amplió con terrenos de montes de su propiedad los límites de la Reserva (Decreto 182/2005, de 26 de julio). Actualmente, tras la declaración del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves (Ley 9/2021, de 1 de julio) la caza deportiva y comercial se considera incompatible en los terrenos del parque nacional. 

En marzo de 1976 José Pino, guarda forestal del ICONA en Yunquera (Málaga) y guía de caza de la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda, escribió un texto sobre la cabra montés (Capra pyrenaica hispanica Cabrera) de una extensión de seis cuartillas por ambas caras (ver detalle en la Imagen 1), fruto de sus experiencias y observaciones en los montes de Yunquera (Málaga), en la Sierra de las Nieves.   

 Imagen 1

Primera cuartilla manuscrita del relato de José Pino Rivera, de 31/03/1976, sobre la cabra montés en la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Fuente: archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 1: Primera cuartilla manuscrita del relato de José Pino Rivera, de 31/03/1976, sobre la cabra montés en la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Fuente: archivo personal de José Pino Rivera.

Observaciones sobre la cabra montés en la RNC de la Serranía de Ronda

El macizo de la zona Norte de la Reserva Nacional de la Serranía de Ronda se encuentra enclavado en la Sierra de las Nieves, situada entre los términos municipales de Parauta, Ronda, Tolox y Yunquera, de la provincia de Málaga.  

En este entronque de riscos, tajos, canalizos, bosques de Abies pinsapo y calvas subalpinas nevadas, tiene su hábitat una población de cabras monteses (Capra pyrenaica hispanica Cabrera) que da excelentes ejemplares, como los cazados hasta la fecha por numerosos cazadores, debido primero a la extraordinaria labor desarrollada durante dos décadas por la Subsecretaría del Ministerio de Información y Turismo y la guardería de dicho organismo. 

Posteriormente, después de un lustro desde que la reserva pasó en 1970 bajo la dirección y control del Servicio Provincial del ICONA en Málaga, iniciada la gestión por el hoy Sr. Inspector Regional, Sr. Carrera Morales, que con tanto acierto y entusiasmo imprime a su labor, siendo no menos valiosa la labor desarrollada por el director de la reserva, Sr. Gómez-Guillamón, y absorbiendo parte de la guardería forestal del ICONA el desempeño del control, cuidados, conservación y realización de cacerías, en colaboración con el antiguo personal de guardería del Servicio  de Pesca Fluvial, Caza y Parques Nacionales, tienen como resultado el excelente rendimiento de la reserva, en cuanto a la cantidad y abundancia de trofeos.

En cuanto a la población actual de cabra montés se mantiene prácticamente inalterable, debido al trasvase, como un manantial, hacia todos los montes y sierras que rodean la reserva y que tienen condiciones de hábitat idóneas y de tranquilidad debido a la creación del Coto Social de El Burgo-Ronda y los cotos privados de los términos municipales de Yunquera, Alozaina, Casarabonela, Carratraca, Ardales, etc. Esto da lugar a que el área de dispersión geográfica ocupada por la cabra montés sea cada día mayor, augurándose un futuro para dicha especie cada día mejor.

La longevidad del macho montés puede calcularse entre 13 y 15 años y la de las hembras entre 17 y 20 años. La hembra puede dar crías hasta los 15 y 17 años. El macho montés puede dar un buen trofeo en el área de la Serranía de Ronda con nueve o diez años, siendo excelente a los 12 o 14 años. 

Los machos y hembras viejos deben ser eliminados porque por envejecimiento degeneran la descendencia y no dejan cubrir a los más jóvenes, luchando por el mando de los rebaños, siendo a veces a muerte, dependiendo de la capacidad de resistencia para la lucha, osadía y audacia, llegando a enriscar a su contrincante alevosamente si este se descuida.

Las hembras estériles y las hembras viejas plantean dos problemas a la proliferación de la especie, las estériles se pasan todo el ciclo de cubrición absorbiendo a los machos, hasta que estos las detestan, no faltándole siempre el macho joven que la cubra. La cabra vieja además de dar cabritillos degenerados o defectuosos, absorbe la atención de los machos que cubren, ejerciendo su autoridad jerárquica sobre las demás hembras, dando lugar a que en zonas en que no haya machos suficientes, la cubrición sea deficiente, y si es realizada por ejemplares viejos, habrá muchas cabras vacías. Los cabritillos degenerados físicamente son la dieta de águilas reales y alimañas, lo que da lugar a que se efectúe el control natural por dichos depredadores. 

Tanto las cabras monteses como las especies predadoras se mantienen normalmente en un territorio que puede dar alimento y seguridad. Cuando aumenta la población, tanto una especie como otras, emigran a otros lugares guiados por los más inteligentes. Este es el motivo por el que se produce la dispersión de especies, tanto en el área de la serranía como en otros enclaves. El motivo de la emigración en ocasiones es debido a la falta de pastos o a la falta de tranquilidad, por la intervención de cazadores o pastoreo de ganado caprino, bovino u ovino. Una reserva debe de extirpar estos perjuicios para que sea estable y sana ya que otras especies que estén domesticadas transmiten enfermedades y provocan su dispersión, dando lugar al descenso de la población en el área afectada.

La cabra montes tiene necesidad de dominar los picos y alturas de los riscos y montañas. ¡Qué cazador o aficionado no ha observado con la magnificencia que nos ofrece el macho montes con su silueta indiscutible sobre los riscos más altos de un filar o picos de la sierra, ofreciendo con arrogancia la majestuosidad de dicha silueta! Pues bien, es en las alturas donde la cabra montes se siente más segura, más alimentada, y es donde se consiguen los mejores trofeos de machos sanos. Diversas especies de gramíneas y otras hierbas que son muy nutritivas se encuentran en altitudes de 1500 m. hacia arriba, formando vivares tiernos y frescos hasta bien avanzado el verano. En la estación de invierno en la que las alturas están normalmente invadidas por ventiscas y nieves la cabra montés desciende a las zonas bajas de las laderas, donde los pastos tempranos del otoño han resurgido en la primavera y se les suele ver formando rebaños tomando dichos pastizales, si bien, por tener costumbres nocturnas pastan de noche, pasando todo el día durmiendo una siesta pesada y despreocupada en riscos de altura o bosques de pinsapares cerrados, donde siempre permanece vigilando alguna res avispada. 

Es curioso que, aunque el mando de los rebaños lo lleva un macho o una hembra de los más fuertes, sanos y viejos, hay animales jóvenes avispados que son los guías y vigías, que van a la cabeza de los rebaños. Éstos, cuando detectan peligro, lanzan la alarma poniendo en guardia al jefe del rebaño que, después de su apreciación, determina si hay peligro o no. Es el problema de guardas-guías de caza y cazadores en los recechos, y muy especialmente aquel macho al que se ha disparado varias veces, logrando escapar ileso o pintado. Al menor síntoma de peligro ponen kilómetros de por medio y solamente puede ser cazado de oportunidad y sorpresa, con el regusto normal que supone para el cazador afortunado.       

Los machos enfermos, débiles o envejecidos buscan los lugares más fáciles de pastar al borde de los bosques, lugares donde pueden pastar fácilmente y ocultarse a su vez. Es en estos lugares donde se encuentra el mayor número de trofeos por reses muertas o sacrificadas por alimañas que las han localizado en su refugio. 

La caza de la cabra montés es por naturaleza de alta montaña, es allí donde se plantea el desafío entre el buen ejemplar, la pericia del guarda-guía de caza y la experiencia del cazador, hecho a fuerza de pasar horas de inclemencias de tiempo, sed, hambre y agotamiento por desgaste de energía. Pero allí es donde se dan los más bellos lances de caza, de los que queda el mejor sabor de boca para guías y cazadores. A veces se suele presentar la oportunidad de que a media ladera se encuentra un buen ejemplar, especialmente en época de celo, en estos casos se resuelve la cacería con facilidad, a su vez que se goza de dicha satisfacción de comodidad, que supone un respiro, como no, para el guarda-guía de caza, que ha resuelto la papeleta. Es muy interesante para el cazador novato el que el lograr un buen trofeo le cueste todo el esfuerzo descrito anteriormente, jamás lo olvidará a lo largo de su vida. Así, resulta también interesante para el cazador con madurez el resolver la cacería lo más cómodo y fácil posible. Por ello resulta muy interesante para la guardería el conocer el deseo del cazador en cuestión y con antelación, si es posible localizar la cacería.

Yunquera, a 31 de marzo de 1976.

José Pino Rivera.

Notas

[1] Ver en Áreadoc: La finca "Sierra Blanca de Ojén", coto de caza y propiedad de José Aurelio Larios, origen del Coto Nacional de la Serranía de Ronda (1943).

[2] Ver en Áreadoc: Coto Nacional de la Serranía de Ronda. 

miércoles, 8 de febrero de 2023

Creado el sitio web "Archivo documental de José Pino Rivera; memoria digital de la vida profesional de un forestal en la provincia de Málaga."

Este archivo digital se ha creado:

Como reconocimiento de su labor, normalmente callada y que cuando es conocida merece alabanzas de todos. [1]

M. Álvarez Calvente (1980) [2]

 

Acerca del archivo digital

José Pino Rivera, Las Contadoras (Montes de Málaga) (1932) - Málaga (2018), de la Orden Civil del Mérito Agrícola, desarrolló su labor profesional como guarda forestal, agente forestal y agente de medio ambiente, en el Patrimonio Forestal del Estado (PFE), Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) y Agencia del Medio Ambiente (AMA), en la provincia de Málaga [3].

A lo largo de su vida profesional creó y conservó un archivo documental, testimonio y memoria de un periodo, 1958-2002, de gran actividad forestal y de conservación de la naturaleza en la provincia de Málaga. Entre los documentos del archivo se encuentran certificados, correspondencia oficial, correspondencia privada, cuadernos de registro de trabajos, diplomas, documentos oficiales, fotografías, títulos profesionales, etc.

Pantallazo sitio web Archivo documental de José Pino Rivera

Tomando como fuente el archivo documental de José Pino Rivera, se ha creado este archivo digital que pretende poner a disposición de investigadores, profesionales y personas interesadas un original acervo documental. Destacan los documentos relacionados con:

a) La repoblación forestal de la Sierra de Enmedio de Alfarnate (Málaga). El 7 de noviembre de 1963 el PFE aprobó el consorcio forestal con el Ayuntamiento de Alfarnate de la Sierra de Enmedio. A finales de 1964 José Pino fue encargado de los trabajos de repoblación del monte. La plantación se realizó con pinos (carrasco, laricio y silvestre), siembra de almendros e injertos de almendros bravíos. La labor realizada fue exitosa y el Ayuntamiento de Alfarnate reunido en pleno acordó por unanimidad mostrarle su gratitud y reconocimiento.

b) La conservación y regeneración del pinsapar de Yunquera (Málaga). En 1969 José Pino se hizo cargo de los trabajos de conservación del pinsapar del monte Pinar de Yunquera. Álvarez Calvente (1996) en su comunicación “Repoblaciones y trabajos de regeneración en el pinsapar de la Sierra de las Nieves (Málaga)” escribe que fue en el monte Pinar de Yunquera donde se centraron los trabajos de reforestación y tratamientos selvícolas en lo que al pinsapar se refiere. Entre 1968 y 1983 se repoblaron 768 hectáreas de pinsapo y se realizaron claras (340 hectáreas), desbroces y podas (1625 hectáreas). Según Salmoral Portillo y otros (2008) los trabajos anteriores permitieron “la restauración natural del pinsapo y una dinámica positiva de regeneración”. Durante ese periodo se construyó en el monte de Yunquera una infraestructura de protección contra incendios formada por 14 km de fajas cortafuegos, 33 km de caminos y senderos y 21 km de pistas forestales.

c) La repoblación del monte Morenas de Briñuela en Yunquera (Málaga). El 8 de abril de 1969 el Patrimonio Forestal del estado compró la finca “Morenas de Breñuela” de 193,10 hectáreas por 713.134,25 pesetas. José Pino se reponsabilizó de los trabajos de la repoblación forestal del monte. En julio de 1970 se realizaron 105.475 metros lineales de terraza. Durante el invierno siguiente se realizó la plantación de 220.800 pinos en 110.400 hoyos, a dos plantas por hoyo. La repoblación forestal fue exitosa. El monte fue incluído en el catálogo de montes de utilidad pública en 1971. Hoy forma parte del parque nacional (2021) de la Sierra de las Nieves.

d) La conservacíon de la cabra montés en la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Entre las funciones de José Pino se encontraban la policía, custodia y las actividades cinegéticas en los terrenos del Coto Nacional situados en el término municipal de Yunquera (Málaga). Fue creado en 1948 para la conservación y aprovechamiento de la cabra montés y el corzo. La Ley 1/1970 cambió la denominación de Coto Nacional de la Serranía de Ronda a la de Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Según Gómez-Guillamón (1973) en 1972 se censó una población de 1.385 ejemplares (590 machos, 625 hembras y 170 crías), cifras muy alejadas de los 2 machos, 7 hembras y 4 crías contabilizadas en la finca Sierra Blanca de Ojén, coto de caza propiedad de José Aurelio Larios, adquirida en 1943 por el Patrimonio Forestal del Estado, origen de la futura Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda.

 

Dirección del archivo digital

Para visitar el archivo documental pica sobre este enlace:

 

Acerca de este sitio web

Este sitio se genera utilizando CollectionBuilder-GH, un proyecto para crear una colección digital gratuita y sencilla utilizando GitHub Pages de:

  • un archivo CSV con los metadatos de la colección
  • una carpeta de imágenes JPG o documentos PDF

El repositorio de plantillas presenta cuatro objetos de las [Colecciones Digitales] de la Biblioteca de la Universidad de Idaho.

Si desea más información sobre cómo crear su propio sitio de colecciones, visite Documentación de CollectionBuilder


Especificaciones técnicas - CollectionBuilder

Esta colección digital se ha creado con CollectionBuilder, un entorno de código abierto para la creación de sitios web de colecciones y exposiciones digitales desarrollado por bibliotecarios de la Facultad de Biblioteconomía de la Universidad de Idaho siguiendo la metodología de Lib-Static .

El sitio se ha realizado a partir de una plantilla de CollectionBuilder-GH que utiliza el generador de sitios web estáticos Jekyll y las páginas de GitHub para crear y alojar colecciones y exposiciones digitales.

 

Notas 

[1] Frase tomada del oficio de Miguel Álvarez Calvente a José Pino Rivera, de 22 julio de 1982, al que adjunta la carta que F. Günther Christensen escribe a su regreso a Dinamarca, tras la visita de un grupo de forestales daneses al pinsapar. Fuente: Archivo Personal de José Pino Rivera (ver el documento en Áreadoc: "Visita de la Asociación Danesa de Dendrología al pinsapar de Yunquera en 1982".)

[2] Miguel Álvarez Calvente fue Ingeniero Jefe Provincial del Instituto para la Conservación de la Naturaleza en Málaga. 

[3] Ver en Áreadoc "Pepe Pino, la conservación de la naturaleza como vocación y profesión".    

 

jueves, 12 de enero de 2023

El viajero y naturalista Samuel E. Cook y el pinsapo, que no llegó a ver (1829 y 1843).

En 1839 apareció el artículo de Samuel Edward Cook, On the Pinus and Abies, with remarks on a New Species en Annals of Natural History or Magazine of Zoology, Botany, and Geology, vol. III [1]. En este artículo Cook expone, en referencia a la reciente descripción del Abies pinsapo por Boissier (1838), que la existencia en la serranía de Ronda de una nueva especie fue anunciada por él en su obra Sketches in Spain (vol. II, pág. 239), publicada en 1834 [2].

In the paper which was given in a preceding Number (vol. II, p. 163) the general distribution of the genera through Europe was stated, as far as my observations and information at that period enabled me to do. Since that time an addition to our knowledge of this branch has been made by the ascertaining a species which was first announced by me to exist in the mountains of Ronda, the bearings of which on the positions laid down as to the pinology of Europe are too important not to require its introduction into the system. My information respecting it was too vague, except as to the locality, and that it differed from all the species in the vicinity, to enable me to do more than suppose, that, as I had found the upper parts of the Sierra de Cuenca, which bear some analogy to the mountains of Ronda, clothed with P. sylvestris, that it might possibly be that species ; but having only conjecture to guide me, I pub lished the notice with the view of drawing the attention of other travellers to the subject "Sketches in Spain", vol. II, p. 239.

[[En el artículo publicado en el número anterior (vol. II, p. 163, de Annals of Natural History or Magazine of Zoology, Botany, and Geology) [3] se describía la distribución general de los géneros en Europa, en la medida en que mis observaciones e información me lo permitían. Desde entonces, el conocimiento sobre esta rama de la ciencia se ha ampliado con la determinación de una especie cuya existencia fue anunciada por mí en los montes de Ronda, ... Mi información al respecto era demasiado vaga, excepto en lo que se refiere a la localidad, y a que se diferenciaba de todas las especies de la vecindad, para permitirme hacer más que suponer que, como había encontrado las partes altas de la Sierra de Cuenca [ver Figura 1], que tienen cierta analogía con las montañas de Ronda, vestidas con P. sylvestris, que posiblemente se tratara de esa especie; pero teniendo sólo conjeturas para guiarme, lo publiqué con el fin de llamar la atención de otros viajeros sobre el tema en Sketches in Spain (vol. II, pág. 239).]] [4]

 

Figura 1

Distribución de los bosques según especie principal en la Península Ibérica en un corte Norte-Sur. Fuente: Cook, S. E. (1834). Sketches in Spain during the years 1829, 30, 31, & 32: containing notices of some districts very little known of the manners of the people, government, recent changes, commerce, fine arts, and natural history, vol. II, cap. XXIII (Natural History), pág. 243
Figura 1: Distribución de los bosques según especie principal en la Península Ibérica en un corte Norte-Sur. Fuente: Cook, S. E. (1834). Sketches in Spain during the years 1829, 30, 31, & 32: containing notices of some districts very little known of the manners of the people, government, recent changes, commerce, fine arts, and natural history, vol. II, cap. XXIII (Natural History), pág. 243.
 

Efectivamente, en la página 239 del volumen II de Sketches in Spain, capítulo XXIII (Natural History), [5] leemos que en las zonas altas de la Sierra de la Nieve y de San Cristóbal crece una especie de árbol, que no ha podido clasificar por falta de tiempo y que podría ser pino silvestre. 

The Serranía de Ronda terminates the southern section of the forests. In the barrancos and river courses is p. pinaster, which is used at Marbella for smelting the iron ore. Mixed with it, but lower down is halepensis, and to the western side, I believe, the pinea. High up, on the most elevated ridges of the Serranía, is a species I have not been able to classify, and know only by the vague descriptions of the natives, obtained too late to enable me lo visist the place. It grows on San Cristobal, and the Sierra de la Nieve, and is not improbably, from the description, p. sylvestris.

[[En la Serranía de Ronda acaba la sección sobre los bosques del Sur [de España]. En los barrancos y cursos fluviales se encuentra el p. pinaster, que se utiliza en Marbella para fundir el mineral de hierro. Mezclado con él, pero a menor altitud, está el halepensis, y en el lado occidental, creo, el pinea. En las cumbres más elevadas de la Serranía, hay una especie que no he podido clasificar, y que sólo conozco por las vagas descripciones de los lugareños, obtenidas demasiado tarde para permitirme visitar el lugar. Crece en San Cristobal, y en la Sierra de la Nieve, y no es improbable, por la descripción, que sea p. sylvestris.]] [6]

 

Primera visita de Cook a la serranía de Ronda (1829)

El inicio de su viaje a Ronda desde Coín en 1829 (Journey to Ronda.- Coin and La Junquera.- Description of Ronda.- The old and new towns.- Serranía de Ronda) lo describe así en el capítulo I del vol. I, pág. 20,  de Sketches in Spain:

From Coin I proceeded, after crossing the river, to a puerto, or pass, which closes in the Vega at the western end, and entering the Serrania de Ronda through a picturesque country, arrived at La Junquera. There was no posada, only a hovel without beds; but I obtained accommodntion in the house of a respectable man who had been sergeantmajor in the army of Romana and complained of the change of times. The population is composed wholly of labradores, or agricultural labourers, of all ranks. In the morning 1 descended to Borgo de Ronda, which stands in a deep vale, in a most picturesque sítuation, with a lofty mountain overhanging it to the north ...

[[Desde Coín me dirigí, después de cruzar el río, a un puerto, que cierra la vega en el extremo occidental, y entrando en la Serranía de Ronda a través de un pintoresco país, llegué a La Junquera. No había posada, sólo una casucha sin camas; pero conseguí alojamiento en la casa de un hombre respetable que había sido sargento mayor del ejército de la Romana [se refiere al ejército del Marqués de la Romana] que se quejaba de cómo habían cambiado los tiempos. La población está constituída en su totalidad por labradores de todas clases. Por la mañana bajé al Burgo de Ronda, que se encuentra en el fondo de un valle, en una situación muy pintoresca, con una alta montaña al Norte ...]] [7]

 

El árbol de la Serranía del que tuvo conocimiento Cook era el pinsapo, no el pino silvestre como él intuyó. 

Cook desconocía que la primera descripción documentada del pinsapo data de 1655 [8]. Aparece en el segundo tomo de la obra Reforma de Fray Fco. de Santa María, en el capítulo LXIII, titulado Antigüedad de la Santa Iglesia de nuestra Señora de las Nieves y origen de sus ermitaños.
En lo mas riguroso i empinado dellas se halla un arbol (no se si en otra parte de España ay otro semejante) que los Serranos llaman Pinçapo, Dizenme que lo ay en Flandes, i que es lo mesmo que pino blanco; porque la madera que debaxo de la corteça tiene, es blanquisima. Las ramas, que del comun tronco salen, crecen en manera de Cruz, porque de ellas nacen otras, conservando la misteriosa figura con tanta puntualidad, que el arte no le iguala. De estas ramas salen otras i de estas otras, sin perder nunca la figura de la Cruz. Las hojas son espinas, como las del Henebro : La color de la corteza en lo mas antiguo, es de sangre descolorida : En lo tierno de los cogollos es más clara, i viva : I aunque las ramas son estendidas, el tronco camina derecho hacia el cielo, i remata en punta, como el Cipres, que siempre es una Cruz. Por todo lo cual se ve, que la naturaleza no solo es hermosa con su variedad, sino religiosa con las memorias, que nos da de nuestra redempcion, que ha sido la causa porque me he detenido en la noticia de estos árboles, de que los Ermitaños sacan Cruces, que mueven a devoción.
Parece que Cook desconocía también que Simón de Rojas Clemente recorrió la serranía de Ronda [9] acabando la primera década del siglo XIX. Sus apuntes sobre el pinsapo fueron publicados en la edición de 1818 del tratado "Agricultura General" de Gabriel Alonso de Herrera. En sus notas Clemente describió el pinsapo, aunque erróneamente creyó que se trataba del abeto común.
,, El abeto común, llamado pinsapo en el reino de Granada, y también pinabete por los artistas (Pinus picea. Lin. Abies pectinata. Decand.), abunda espontáneo en la sierra del Pinar, en la de Tolox y la de los Reales sobre Estepona, á la altura de unas mil novecientas hasta dos mil cuatrocientas varas sobre el nivel del mar; siendo su zona favorita la subalpina. Gusta de los terrenos calizos y de serpentina; mas no del granito. El tronco es derecho, y se eleva hasta mas de ciento veinte pies. Las ramas salen casi perpendiculares al horizonte, y se encorvan ó arquean hacia el suelo por las estremidades, formando el todo del árbol una especie de cono corto, y ancho por la base. La corteza es blanquecina, débil, quebradiza, y la madera tierna y resinosa. Las piñas son rojizas en su madurez, muy anchas por la base, y su punta mira constantemente al cielo. Es muy célebre y hermoso el pinsapo, que se encuentra en el camino de Ronda á Tolox cerca del puerto de las ánimas, llamado de las siete vigas por sus siete larguísimas ramas ó brazos principales, casi iguales, y distribuidos en derredor del tronco con maravillosa simetría.
Vicente Martínez Montes (1852) [10] sitúa el nacimiento y desarrollo de la ciencia botánica en Málaga a principios del siglo XIX, con los farmacéuticos Félix Haenseler y Pablo Prolongo.
El estudio de los vegetales que espontáneamente crecen en este suelo privilegiado [se refiere al municipio de Málaga], puede decirse que data, de una manera metódica y científica, desde principios de este siglo [se refiere al siglo XIX], en que D. Félix Hanseler comenzó á dedicarse á él, bajo la dirección de nuestro Rojas Clemente, autoridad muy respetable,... A Haenseler siguió, por los años de 1830, D. Pablo Prolongo, quien ha trabajado con grande esmero é inteligencia en la determinación de infinitas especies. [11]
Pues bien, Haenseler y Prolongo, que conocían el pinsapo, continuaron en el error de Simón de Rojas, que el pinsapo era el abeto común. Tuvo que ser Boissier [12], puesto al tanto y ayudado por los dos botánicos malagueños, quien determinara en 1838 que el pinsapo era una nueva especie.

Revenu à la fin de septembre des Alpes de Grenade, je proposai à M. Haenseler une promenade à la Sierra de la  Nieve. Déjà à Yunquera, au pied de la montagne, on nous dit que nos recherches seraient couronnées de succès, et que les cônes étaient presque à leur maturité. En effet, à une hauteur de 3500' environ, nous rencontrâmes les premiers  pieds de pinsapo,  et  notre joie  fut bientôt à son comble à la vue  d'un de ces arbres dont le sommet était chargé de fruits.

[[De regreso a finales de septiembre de Sierra Nevada (Granada), propuse al Sr. Haenseler una excursión a la Sierra de la Nieve. Ya en Yunquera, al pie de la montaña [13], nos dijeron que nuestra búsqueda tendría éxito y que las piñas estaban casi maduras. En efecto, a una altura de unos 3500', nos topamos con los primeros pies de pinsapo, y nuestra alegría no tardó en llegar al ver uno de estos árboles, cuya copa estaba cargada de piñas.]] [14]

El árbol de la Serranía no era el abeto común como creían Simón de Rojas, Haenseler y Prolongo, ni era el pino silvestre como intuyó Cook, sino que era una nueva especie de abeto, el Abies pinsapo Boiss. 

Cook en Annals of Natural History, vol. III, apunta a la reducida extensión del área natural del pinsapo como la causa de que haya sido desconocido [para la ciencia] durante tantos siglos. 

That the Pinsapo should have remained so long unnoticed is less singular than that of many other points connected with the natural history of the same country, which have been left equally unobserved . The locality which it occupies is of small extent ; and it is not only unnoticed by the Moorish writer of Arab agriculture who wrote in the twelfth century, and was well acquainted with the arboreal vegetation of Andalusia, but I believe it was unknown in the Arsenal at Cadiz, where, from the dearth of timber, it would have been invaluable, though its total destruction would have probably been the result of the discovery.

[[El hecho de que el Pinsapo haya pasado tanto tiempo desconocido no es menos singular que muchos otros relacionados con la historia natural del mismo país, que han pasado igualmente desconocidos. La localidad que ocupa es de escasa extensión; y no sólo fue desconocida por los médicos y botánicos árabes del siglo XII [15] que escribieron tratados sobre plantas y agricultura, y que conocía bien la vegetación arbórea de Andalucía, sino que creo que era desconocida en el Arsenal de Cádiz [16], donde, por la escasez de madera, habría sido inestimable, aunque probablemente su destrucción total habría sido el resultado del descubrimiento.]] [17]

 

Segunda visita de Cook a la serranía de Ronda (1843)

Durante 1843 Cook viajó de nuevo por España y al año siguiente publicó su relato con el título Spain an the Spaniards, in 1843 [18]. Durante su visita a la Serranía de Ronda recorrió el camino de Ronda a Marbella por el puerto del Robledal. 

I had travelled by the opposite direction of this route in 1829, but it was very late in the season, and I was desirous of seeing the vegetation at a more agreeable and suitable period of the year. 

[[Había viajado en dirección opuesta en 1829, pero era muy tarde en la temporada, y yo estaba deseoso de ver la vegetación en un período más agradable y adecuado del año.]] [19]

Quiso Cook en esta segunda ocasión visitar el pinsapar "para poder examinarlo a fondo", pero sus informaciones no eran correctas y llegado al puerto del Robledal lo vió muy al Este, en las laderas escarpadas de la cumbre de la Sierra de la Nieve, muy alejado de su posición.      

I had been told that the road passed by the side of the forest of Pinus Pinsapo , and that it crowned the heights above the puerto . In order to be able fully to examine it , I had taken the guide , who was to accompany me in the scramble I had anticipated making amongst the rocks ; but alas ! I was doomed to disappointment ; there were only the traces of a few Pinasters , the last remnants of the forest that had recently been cleared away , and I saw the blackened remains of it at Marbella . The forest of Pinsapos was distinctly visible on the whitened and precipitous sides of the highest peak of the chain ( the Sierra de las Nieves ) , but far to the east , and quite out of reach.

[[Me habían dicho que el camino pasaba al lado del bosque de Pinus Pinsapo, y que coronaba las alturas sobre el puerto [se refiere al puerto del Robledal]. Para poder examinarlo a fondo, me había llevado un guía, que debía acompañarme en la escalada que había previsto hacer entre las rocas; pero, ¡ay! estaba condenado a la decepción; sólo había rastros de unos pocos Pinasters, los últimos restos del bosque que había sido recientemente talado, y del que vi los restos ennegrecidos en Marbella. El bosque de Pinsapos era claramente visible en las laderas blanqueadas y escarpadas del pico más alto de la cadena (la Sierra de las Nieves), pero muy al Este, y bastante fuera de alcance...]] [20]

 

Samuel Edward Cook, "escritor sobre España"  

En el Dictionary of National Biography (vol LXI, pág. 182) [21] se encuentra una biografía sobre Samuel Edward Widdrington, cuyo autor es E. Irving Carlyle. De ella entresacamos que ingresó en la Marina Real inglesa en 1802 y se retiró en 1824, alcanzando el grado de capitán. En 1829 viajó a España. Tras residir durante más de tres años, publicó en 1834 "Sketches in Spain during the years 1829-32". La obra fue el relato más completo sobre España que se había publicado hasta entonces en lengua inglesa. En 1840 asumió el apellido Widdrington, y en 1843 realizó una segunda visita a España, y a su regreso publicó sus experiencias bajo el título "Spain and the Spaniards in 1843". Widdrington fue elegido miembro de la Royal Society el 22 de diciembre de 1842, y también fue miembro de la Royal Geographical Society. Murió en Newton Hall el 11 de enero de 1856.


Bibliografía y notas

[1] Cook, S. E. (1839). On the Pinus and Abies, with remarks on a New Species, en Annals of Natural History (Magazine of Zoology, Botany, and Geology), vol III, pp. 296-303.

[2] Cook, S. E. (1834). Sketches in Spain during the years 1829, 30, 31, & 32: containing notices of some districts very little known of the manners of the people, government, recent changes, commerce, fine arts, and natural history, vol II. Londres, ed. Thomas and William Boone.

[3] Cook, S. E. (1839). On the Genera Pinus and Abies, with Remarks on the Cultivation of some Species, en Annals of Natural History (Magazine of Zoology, Botany, and Geology), vol. II, pp. 163-178.

[4] Párrafo de On the Genera Pinus and Abies, with Remarks on the Cultivation of some Species, en Annals of Natural History (Magazine of Zoology, Botany, and Geology) (vol. III, pág. 296) traducido por el autor del blog.

[5] Cook, S. E. (1834). Sketches in Spain during the years 1829, 30, 31, & 32: containing notices of some districts very little known of the manners of the people, government, recent changes, commerce, fine arts, and natural history, vol I. Londres, ed. Thomas and William Boone.

[6] Párrafo de Sketches in Spain, capítulo XXIII (Natural History) (vol. II, pág. 239), traducido por el autor del blog.

[7]  Párrafo de Sketches in Spain, capítulo XXIII (Natural History) (vol. I, cap I, pág. 20), traducido por el autor del blog.

[8] ] Pino Díaz, J. (2021). "Pinzapo, árbol que solo en este sitio se conoce en España" (Fray Fco. de Santa María, 1655), en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2021/02/pinzapo-arbol-que-solo-en-este-sitio-se.html, recuperado el 12/01/2022.

[9] ] Pino Díaz, J. (2020). Visita del naturalista Simón de Rojas Clemente a la Sierra de las Nieves, septiembre de 1809, en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2020/05/visita-de-simon-de-rojas-clemente-la_1.html, recuperado el 12/01/2022.

[10] Martínez Montes, V. (1852). Topografía Médica de la ciudad de Málaga. Ed. en Málaga por Ramón Franquelo.

[11] Párrafo de Topografía Médica de la ciudad de Málaga (1852), cap. Botánica, pág. 64.

[12] Boissier, E. (1838). Notice sur l'Abies pinsapo. Bibliothèque Universelle de Genève, Genève. Accesible online en https://bibdigital.rjb.csic.es/records/item/9536-notice-abies-pinsapo, recuperado el 12/01/2023.

[13] Pino Díaz, J. (2019). La Yunquera que conoció el botánico suizo Edmond Boissier en septiembre de 1837, en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2019/08/la-yunquera-que-conocio-el-botanico.html, recuperado el 12/01/2022.

[14] Párrafo sobre Notice sur l'Abies pinsapo (pág. 4) traducido por el autor del blog.

[15] Pino Díaz, J. (2022). ¿Por qué el pinsapo no aparece en los tratados andalusíes?, en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2022/02/por-que-el-pinsapo-no-aparece-en-los.html, recuperado el 12/01/2022.

[16] Pino Díaz, J. (2021). La visita de inspección de Ciprián Autrán en 1734 a los bosques de la Serranía de Ronda y los montes de Málaga., en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2021/02/la-visita-del-capitan-ciprian-autran-al.html, recuperado el 12/01/2022.

[17] Párrafo de Annals of Natural History (vol. III, pág 298) traducido por el autor del blog.

[18] Widdrington, S.E. (1844). Spain and the Spaniards, in 1843, vol. 1. Ed. en Londres.  

[19] Párrafo del capítulo XIII de Spain an the Spaniards, in 1843 (cap. XIII, pág. 261) traducido por el autor del blog.

[20] Párrafo del capítulo XIII de Spain an the Spaniards, in 1843 (Forest of Pinsapos, pág. 284) traducido por el autor del blog.

[21]  Sidney, Lee (1900). Dictionary of National Biography (1900). Ed. en Londres por Smith, Elder & CO.